Trato de hacerles aprender algo, y esta Jacqueline llegó así y ya desde el comienzo hacerle que coja el lápiz, que haga rayitas, que haga bolitas.
Ósea
todo el proceso como para que un niño o niña de jardín, cuando estaba con las partes
iniciales, que son las que como se aprenden en el jardín que son las nociones,
arriba, abajo, izquierda, derecha, que las bolitas que los palitos.
Ya
comencé, la mano de ella era tiesa no podía hacer una bola, un palito lo hacía
torcido, sus músculos finos de la mano ya estaban muy endurecidos, su
motricidad fina estaba atrofiada.
Cuando
vi que había superado esta parte, le enseñé las vocales, que es el primer paso
para que aprenda a leer, yo usaba el libro Nacho Lee, que mis hijos habían
usado y aún lo tenía guardado, cogí los libros y con los dibujitos.
Lo
primero para mí que era una base es la O, la bolita, el ojo como tiene la forma
redonda por la forma le indica que ésta es la O, y qué dibujo crees que está en
la página del libro, le pregunta a Jacqueline ella responde que es un ojo,
repíteme varias veces, ahora despacito, le dice la profesora Grace, que dijiste
primero la primera silaba, O, esta bolita representa el sonido O, de ojo. O de
ojo decía.
Así avanzábamos
con la i porque al fusionar la o con la i, pegándola a la derecha sale la a, entonces
bola y palito la a, ya íbamos en la i, i de iglesia decía Jacqueline porque
veía el dibujo en el libro y repetía, así avanzábamos, cuando a veces yo estaba
adentro, y ella aquí tenía un cuartito que era el cuarto de la empleada, entonces
la oía que después de lavar los platos se recostaba en la cama y empezaba a
decir en voz alta o de uña, i de ala, todo al revés oía Doña Grace a lo lejos,
y decía que Jacqueline no va ha aprender nunca a leer porque no retiene nada,
ni porque veía el dibujo, entonces otra vez a reiniciar, tuve paciencia con
ella dice la profesora Grace.
Así que
cuando ya vi que habíamos superado y estábamos en las vocales, ya había
aprendido todas, ya viene uno a formar las palabras, la m, n, ñ, p, luego
solita ella se ponía a repasar, pero decía las cosas al revés, otra vez a reiniciar,
parecería que ya no iba a aprender a leer, poco a poco de tanto repetir
aprendió.
Ya la
puse en la escuela Guayaquil en donde yo trabajaba y aprendió a leer, yo digo esta
ha sido mi mayor conquista, enseñar a Jacqueline de doce años era duro y con su
motricidad fina de la mano, que no la tenía, es más fácil enseñar a un niño de
seis años ellos rapidito aprenden.
Jaqueline
es oriunda de las cercanías de Viche, le indicaban los padres que siga
estudiando ya que, aunque profesora podría ser.
A la
profesora Grace le da alegría de su trabajo al ver que un niño llega a la
escuela sin saber leer y cuando termina su primer año de escuela ya está
leyendo, se ha aprendido los números, suma y resta, es un cambio notable. En
los grados superiores no se nota el aprendizaje tanto como en el primer grado
comenta la profesora Grace.
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