Calles de geométricos adoquines
jardines coloridos
buen viento oxigenado y fresco
gran arquitectura en sus viviendas
abundantes casas bien logradas
entre samanes y palmeras.
Referente urbanístico nacional
entre acacias, guayacanes y ficus
techos colorados de teja
jardines, plantas y maceteros
exquisita arquitectura.
Hierro forjado y balcones
alberge de historias familiares
amores y vivencias guayaquileñas
cual es el precio de vivir así?
en buena posición, reflejo de riquezas.
Hay gente de este barrio
que se ha seguido enriqueciendo
y han migrado a barrios más lujosos
o al extranjero
pero también hay gente
que desafortunadamente a caído en vicios y drogas.
Si todos los barrios fueran como éste
Sería el primer mundo
¿que nos impide llegar a este nivel?
mientras hay gente que vive en tugurios
talvez sea cavernas de Platón
cavernas del siglo 21.
Talvez la felicidad este en preguntarse por el ser
y no en las paredes de una gran casa
en todo caso es preferible tenerla
a vivir en la pobreza
hay una metáfora del cielo y el infierno
aplicada a esta arquitectura y urbanismo
el pobre en el infierno tiene que escalar
tiene que mejorar en este aspecto.
El modelo aquí en el barrio Centenario.
este es el cielo arquitectónico y urbanístico.
De allí que ganar dinero
para adquirir una bonita casa
en un buen barrio
sea algo deseable y positivo
esto anexo a las fuentes de empleo
a las empresas que lo otorgan
la iniciativa propia inclusive
el equilibrio, la dosificación
entre el saber y el trabajar para ganar dinero.
¿Sera que preguntarse por el ser,
descubrir al ser de la totalidad
sea más importante que éstas hermosas casas
en el barrio Centenario, o vivir en forma semejante?
Para Heidegger la pregunta por el ser es lo más importante.
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