Mi compadre y su familia están en cuarentena, por disposiciones del gobierno debido a la presencia del covid 19; en compañía de sus
mascotas, Chiquito y Scott ya tenían un mes en cuarentena y los perros estaban
desesperados por salir.
En una oportunidad mi compadre salió a la playa cercana a su
casa y llevó a sus mascotas quienes les raspaban la puerta de salida a la calle para que los sacaran del
encierro ya que estaban acostumbradas a salir varias veces en la semana, en un
descuido mientras conversaba con sus familiares quienes viven en frente del mar,
los perros aprovechando que le aflojaron las correas.
Salieron en veloz carrera
hacia la playa e ingresaron al mar, luego los ve que estaban en el mar alejados de la playa, bien adentrados.
Llamó inmediatamente a su hijo mayor para que auxiliara a
los perros, llegó e ingreso al mar junto a otros en tablas de surf, los vio y se dirigió hacia ellos, un amigo surfista vio a Chiquito encima del papá Scott como si se tratara de un salvavidas, pero de repente desaparecieron de la vista, imaginó que se habían ahogado y se regresó a la casa llorando por la lamentable
pérdida de sus mascotas.
Mi compadre siguió esperando en la playa por si ocurriera un
milagro, miraba para un lado y para otro, de pronto a alguien que pasaba, un surfista le indicó que había visto a unos perros de color dorado de tales características en dirección al terminal petrolero de Balao.
Inmediatamente mi compadre se dirigió hacia donde le indicaron
al principio no distinguía, veía a algunos perros que venían de por allí, pero
a los perros dorados no.
Siguió caminando por la playa de pronto se hicieron patentes
y corrió a su encuentro con un fuerte abrazo les puso las correas y los llevo a
la casa; en el trayecto chiquito tenía síntomas de haber pasado momentos
angustiosos de peligro.
Tenía los pelos de punta, deshidratado, con señales de
haber tragado agua salada , podrían haber nadado
unos doscientos metros antes de llegar a la playa por el terminal petrolero o tal vez una corriente misteriosa de agua los empujo, podría ser también, y se conoce que los bufeos golpean con su cabeza a los que se están ahogando para salvarlos, en dirección a la costa.
Que pena, fue un milagro de Dios.
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