Ahora que
estamos aquí reunidos, quisiera solicitar la complicidad de ustedes para que me
ayuden a sobrellevar el recuerdo de esta inolvidable tarde.
Sor
Marlenne, miembros del colegio, compañeros de estudios, familiares y amigos,
bienvenidos. Nunca pensamos que llegaría este día. Imploramos por su entrega
rápida, marcamos los días de nuestros calendarios, contamos horas, minutos y
segundos y ahora que está aquí, lo siento, porque significa dejar amigos que me
inspiran y maestros que han sido mis mentores, así que muchas personas que han
dado forma a mi vida, y mis compañeros viven en mí infatigablemente y para
siempre.
Vivo en dos
mundos. Uno es un mundo de libros. Un mundo donde las críticas sociales de
Vargas Llosa me ayudaron a ver la realidad, también Dostoyevsky me enseñó sobre
la moral del ser humano, así mismo Pablo Neruda sacudió mi alma con sus poemas.
Mi segundo está poblado por personajes ligeramente menos excéntricos, pero
sumamente reales, hechos de carne y hueso, llenos de amor, que son mi máxima
inspiración para todo. Como lo son mis padres, ellos han sido un pilar
fundamental en este proceso, quiero agradecer a toda mi familia por haberme
apoyado en todos estos años, agradezco a mi compañera de vida Paula que no está
aquí presente pero ha sido mi guía por tanto tiempo aquí en el colegio.
Me tomo la
palabra para agradecer hoy en nombre de todos mis compañeros a nuestros profesores que desde que tenemos
memoria han sido infaliblemente recordados por cada uno de nosotros, cada uno
es parte del conocimiento que hemos construido hasta este punto de nuestras
vidas, me gustaría hacer un paréntesis y hacer un agradecimiento especial a mi
querida profesora Raquel, mi amiga de libros, haber compartido tantas letras y
buenos talleres ha sido de mis grandes placeres del colegio... gracias por ser
mi mentora.
Quiero
agradecer a las autoridades, agradezco a cada persona que forma parte de este
colegio desde los superiores hasta los conserjes que formarán parte de mis
recuerdos -y estoy segura que de cada uno de mis compañeros-.
Ahora quiero
agradecerle a mis compañeros, con cada uno se me viene una historia distinta a
la cabeza. Toda esta serie de acontecimientos cotidianos que nos ha unido por
medio de lazos irrompibles con este grupo de muchachos que hoy va a abrirse
paso en la vida, eso es la amistad. Todos estos años de colegio y mucho estudio
han sido el capital de la vida que llevaremos a partir de este momento. Todos
vamos en busca de la luz impulsados por un mismo ideal. Vamos a entrar a un
mundo totalmente desconocido y aterrador, vamos a aprender que la vida nunca
resulta ser tan fácil pero mi consejo es este. El fracaso en la vida es
inevitable. Es imposible no fallar en algo a no ser que vivas con tanta
precaución que podría decirse que ni siquiera estás viviendo, porque si la vida fuese tan fácil, ninguno podría
tomarse el lujo de decir que lo logró con sacrificio. La conciencia nos dirá:
esto es lo que debes hacer. La intuición nos susurrará: esto es lo que podrías
llegar a hacer. Nuestro compromiso será
sobresalir como seres humanos bondadosos y cordiales en un mundo lleno
de vulneración.
Ahora
saboreamos el doloroso instante de una despedida.
¡Gracias a
todos!
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