El papá de
Joselito preparaba unas tostadas ovaladas con chicharrón, son de harina de
trigo en la parte superior lleva unos
rectángulos pequeños de chicharrón que es la grasa del puerco bien frita
en su propia manteca.
A Joselito lo enviaban
a comprar la manteca y el chicharrón al camal de Esmeraldas en ese entonces en
la calle Malecón y Pichincha.
El chicharrón era
guardado en una olla para que en la madrugada se comience a preparar estas
tostadas. Cuando el señor padre iba a buscar el chicharrón a la olla ya no lo
encontraba, pensó que era Joselito quien se comía, ya que lo veía gordito.
Eran frecuentes
estos faltantes, hasta que por tal motivo decidió castigarlo.
Lo amarro en una
cruz de madera, lo hizo arrodillar y lo azotó con un látigo, siempre que
desaparecía el chicharrón de la olla le infringía el mismo castigo.
Hasta que
Joselito decidió desmostarle al papá que él no era y exclamo ¡hasta hoy día me
pega mi papá! ¡Hasta el día de hoy me pega! En la cocina arreglo un cartón grande
con una hendija para de esta forma ocultarse y ver quien se lo comía.
En efecto por la
noche apareció un ratón que descendía del techo y se dirigía hacia la olla que
estaba totalmente tapada. Siempre la encontraban bien tapada, lo que daba a suponer
que el que se comía el chicharrón era Joselito.
Lo que sucedía
ahora que estaba siendo observado el ratón por la hendija del cartón en donde
se hallaba oculto Joselito era que golpeaba la parte lateral de la olla con la
nariz y la tapa se deslizaba hacia un costado allí entraba el ratón y se comía
el chicharrón luego salía golpeaba el lado contrario de la misma olla y cerraba
la tapa de la olla para no ser detectado y de esta manera no levantar sospechas
y seguir haciendo lo mismo.
Una vez conocida
la forma en que desaparecía el chicharrón Joselito le cuenta esto al papá quien
se quedó incrédulo. Para esto es invitado a esconderse en el cartón y ver
camuflado por la hendija. En el interior los dos padre e hijo vieron repetir lo
que sucedía, esta vez cuando el ratón estaba adentro de la olla comiéndose el
chicharrón el papá tapó la olla y lo metió en el horno encendido en donde se
horneaban las tostadas.
De esta forma
Joselito quedó liberado de la acusación del padre quien pidió disculpas.
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