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Mostrando entradas de enero, 2024

FLORES

En el vasto jardín de la naturaleza, brotan cientos de flores, radiantes de colores, rojas como el rubor de un crepúsculo apasionado, rojizas como el ardor de un amor eterno, violetas, misteriosas como la noche estrellada, amarillas, como el resplandor del sol al alba. Un caleidoscopio de pétalos danza en armonía, un festín para las mariposas que, con gracia, pintan el aire con sus alas vibrantes, tejiendo la paleta de la evolución en cada flor. Las flores, soberanas de las plantas esmeraldas, despliegan su esplendor en un desfile de vida, sus hojas verdes son testigos silenciosos de la magia que acontece en este rincón divino. El espacio que ocupan se convierte en un santuario, un deleite para los ojos que se atreven a admirar, mientras respiro el aire puro que perfuma el viento, mis sentidos se embriagan con la fragancia celestial. Bajo el manto de los rayos solares benevolentes, desde un balcón techado, en quietud reverente, co

HAMACA

En la danza sutil entre travesaños suspendida, la hamaca de mallas de ceda, cuerdas que entrelazan, se convierte en un refugio de deleite, acompañado por la sinfonía de la naturaleza, un tapiz de campos y animales domésticos, bajo los rayos solares que acarician el horizonte. Al compás de su vaivén, la hamaca susurra secretos, infundiendo un toque único, fresco movimiento, un delicado vals en el lienzo de la existencia, donde el aire acaricia con su frescura, creando un rincón de placer y sosiego, donde el alma encuentra su reposo. En este trance de conciencia, meditación serena, el reposo se convierte en un lecho de paz, donde la mente, en estado alfa, danza, armonizando con el silencio y la quietud, mientras la vista se pierde en la maravilla campestre, contemplando nubes voluminosas y celestiales, donde el sol derrama su luz, cálido abrazo. Libélulas y mariposas, visitantes resplandecientes, danzan entre las flores del jardín natur

VELOCIDAD DE LA LUZ Y VIDA AUTÉNTICA

La tecnología a la velocidad de la luz como la del electrón nos obliga a movernos muchísimo más rápido, perdiendo así el romanticismo que se necesita para la contemplación poética del eseyer. La cámara de fotos de los celulares ya capta lo bello al instante y en vez del gozo al contemplar la belleza, nos conformamos con aplastar un botón y todo el disfrute se oscurece la velocidad de la luz que es de trecientos mil kilómetros por segundo al ser utilizado en los teléfonos inteligentes y otras tecnologías hacen de nosotros seamos entes más violentos, más rápidos para estar a su ritmo la velocidad de la luz vertiginosa Una imagen bella y natural de un paisaje o de un rostro que antes un dibujante o un pintor podía contemplar y disfrutar de la belleza del objeto al pintarlo ahora con un botón y la tecnología cuántica en cuestión de micro segundos toma la imagen abreviando así también el gozo de la contemplación del artista pictórico y así en menor escala los actos se vuelven más violentos